LA PROMESA ROTA DE LAS FARMACÉUTICAS:
Las corporaciones farmacéuticas estadounidenses extraen enormes ganancias y riqueza de Puerto Rico. Durante décadas, el sector farmacéutico ha dominado partes de la economía puertorriqueña. El gobierno puertorriqueño ha otorgado exenciones fiscales excesivas a corporaciones farmacéuticas como Eli Lilly, Johnson & Johnson, y Pfizer para atraerlas al archipiélago.
Las reglas económicas resultantes favorecen injustamente a las corporaciones farmacéuticas ricas por encima de las familias trabajadoras y las pequeñas empresas de propiedad puertorriqueña— enriqueciendo a los directivos y accionistas ricos, pero explotando a las comunidades puertorriqueñas.
Actualmente, Puerto Rico tiene casi 50 plantas farmacéuticas aprobadas por la FDA.3 De hecho, los trabajadores puertorriqueños producen más de la mitad de los medicamentos con receta que más se venden en el mundo, para el tratamiento de pacientes con artritis, derrames cerebrovasculares, cáncer y más. Muchos de los trabajadores que generan las ganancias de la industria farmacéutica en Puerto Rico lo hacen con salarios bajos, beneficios inadecuados o nulos, condiciones de trabajo inseguras y sin sindicatos.
Este informe de Hedge Clippers, basado en entrevistas recientes con trabajadores de plantas farmacéuticas, revela las pobres prácticas de empleo del sector farmacéutico, especialmente con sus trabajadores subcontratados de limpieza y seguridad. También cuantifica las exenciones fiscales de los fabricantes que las corporaciones farmacéuticas aprovechan en PR—aproximadamente $14,5 mil millones al año. Estos miles de millones en exenciones de impuestos corporativos eclipsan el presupuesto operativo total del gobierno puertorriqueño y privan a las comunidades de Puerto Rico de las inversiones en educación de calidad, aire y agua limpios, atención médica de calidad y vivienda asequible que merecen.