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| Building an Immigrant Justice Initiative
Published By:El Diario

Los estados deben ser líderes en la protección de los inmigrantes

Si bien ciertos candidatos a la presidencia han ocupado los titulares con sus indignantes propuestas de deportar a los inmigrantes indocumentados, el hecho es que los inmigrantes se van a quedar y hacer de Estados Unidos un lugar más próspero.


Dada esa realidad –y la total de inacción a nivel federal respecto a una reforma de inmigración– los estados han comenzado poco a poco a adoptar medidas para tratar a los inmigrantes con dignidad y darles la oportunidad de una vida mejor.


Un estudio reciente de la Fundación RAND concluyó que el número de normas a nivel estatal relativas a la inmigración aumentó diez veces del año 2005 al 2013, y durante el 2015, 46 estados aprobaron 391 leyes relacionadas con inmigración.


Muchas de las leyes alientan a los inmigrantes a salir de la clandestinidad. Por ejemplo, doce estados han adoptado medidas para permitir que los inmigrantes indocumentados obtengan licencia de conducir y 20 estados permiten que los inmigrantes se matriculen como residentes en universidades e instituciones de enseñanza superior del gobierno. Por otro lado, solo tres estados prohíben explícitamente que los inmigrantes indocumentados se inscriban en instituciones de educación superior.


Nueva York ha sido un líder en este frente. En el año 2015, la ciudad de Nueva York se convirtió en la ciudad más grande del país en inaugurar una tarjeta de identidad municipal. Desde entonces, la política ha sido un gran éxito, pues cientos de miles se han inscrito, muchos de ellos inmigrantes que anteriormente no podían abrir una cuenta de banco o siquiera obtener una tarjeta de biblioteca. Ahora se ha reanudado e intensificado la campaña a favor de las licencias de conducir en el estado.


Sin embargo, mientras Nueva York y otros estados avanzan valientemente, algunos estados están dando un paso atrás. Además de políticas a favor de los inmigrantes, el estudio de RAND también reveló que algunos estados están tomando medidas para hacer la vida de los inmigrantes más difícil y peligrosa al redoblar la actividad policial y privar a los inmigrantes de beneficios esenciales.


En esta lista, Arizona es uno de los ejemplos más atroces. A pesar de que se ha criticado mucho al estado por la ley antiinmigrantes del 2010, en meses recientes los legisladores estatales han tomado medidas para hacer que Arizona sea incluso más hostil con sus inmigrantes. La legislatura está promoviendo una serie de medidas legislativas que, entre otras cosas, prohibirían que las ciudades sirvan de santuario y dificultarían solicitar identificación municipal.


No es la única manera en que los legisladores estatales están tratando de restarles poder a las ciudades de Arizona, que tradicionalmente han acogido más a los inmigrantes. Los legisladores también están a punto de aprobar una medida que penaliza a las ciudades por adoptar un salario mínimo más alto o licencias por enfermedad, negándoles fondos para servicios como los departamentos de policía y bomberos.


En efecto, las medidas permitirían que Arizona imponga prácticamente un golpe de estado y haga caso omiso de los deseos de sus propios ciudadanos. No es de sorprender, pues se trata de un estado donde se permitió que fuera necesario hacer fila durante horas en los recintos para las elecciones primarias de los republicanos el mes pasado, negándoles a muchos el fundamental derecho al voto.


Y para que no pensemos que el problema se limita al otro extremo del país, hay señales de peligro aquí mismo. Varios senadores estatales están tratando de prohibir disimuladamente las ciudades santuario en Nueva York al esconder una nueva disposición en el presupuesto estatal, lo que aumenta la probabilidad de que pase desapercibida.


Ya no se pueden tolerar medidas que merman la democracia y perjudican a los inmigrantes. Los estados como Arizona han ayudado a marcar la pauta para las virulentas elecciones contra los inmigrantes de este año. Antes de que se haga incluso más daño, debemos hacer todo lo posible para poner un alto a las medidas contra los inmigrantes.


By Shena Elrington


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